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Otoño de 2012 |
Para Betty (María Beatriz Britos de Malizia)
En este otoño de 2012, mi compañera, con la que durante medio siglo de vida, estuvimos embarcadas en la misma nave, con muchos días de calmas y otros de grandes tormentas, se jubila.
Se que tu corazón al igual que el mío, están con los sentimientos encontrados, pero se has obtenido tu libertad, tu propia soberanía, tu potestad y albedrío, lo que no es poco.
aunque todo esto no deje de provocarnos cierta nostalgia, congoja y añoranzas….
Y a pesar de que….nunca fuimos amigas inseparables, de esas que comparten salidas y visitas, cuando a lo largo de todos estos años, hemos vivido momentos espinosos, complejos, serios… o felices, siempre hemos estado, sabiendo que podíamos contar la una con la otra.
Nos conocemos desde la mas tierna juventud, la escuela secundaria y luego nos hemos reencontrado en distintos trabajos, hasta terminar remando en el mismo área de una oficina.
Y siendo tan distintas como el agua y el aceite y habiendo peleado sin discutir y discutido acaloradamente, por temas laborales, tenemos los mismos o equivalentes valores personales, que al final del camino, es lo que cuenta.
Y a partir de ahora podremos empezar a “batirnos el cobre” o “echarnos el bofe”, como se dice popularmente, pero para encontrarnos en mi casa o en la tuya, o en la mitad del camino, y compartir distraídamente estas nuevas cosas de nuestras vidas.
Te deseo, todo lo mejor y se que voy a extrañarte, bastante, bastante.
Sinceramente Mirta Ester Rodríguez
